El Collerense volvió a sumar tres puntos vitales en casa ante un rival posiblemente directo en la lucha por la salvación. Tres puntos que lo acercan al Portmany que con un partido menos estaría a tan solo un punto de diferencia. Tres puntos que hacen creer todavía más en le mensaje del míster Miguel Ángel Espadas que cuando venían mal dadas y señalaban al equipo como si ya estuviera descendido, él seguía creyendo en el grupo.
Ayer sufrió para ganar. Remontó un partido que se le había puesto cuesta arriba en el minuto 8 gracias a un gol de Nico Rubio, pero reaccionó rápido y Javi ponía el empate tres minutos después. En la reanudación Marc Munar adelantaba a los locales, pero la expulsión de Sergio Sanz puso el partido muy complicado. Los de Espadas se defendieron con uñas y dientes un resultado, que les da vida y moral para conseguir el objetivo de la salvación.