Sentir los colores

El fútbol se ha vuelto en un ir y venir. Cada vez es más habitual el tráfico de jugadores cuál mercadillo de verano, entrenadores que se llevan consigo a sus jugadores de confianza y que van desmantelando equipos año tras año.

Pero dentro de esta jauría sobreviven unas especies extrañas de jugadores, jugadores que se sienten los colores. Jugadores cuyo equipo siempre ha sido el mismo, que de pequeños iban a verlo jugar deseando un día estar ellos en el campo y que ahora responden a eso luciendo hasta el brazalete de capitán con orgullo, y Toni Jaume Cabot es uno de ellos.

El recorrido no ha sido fácil, se hizo imprescindible en el Esporles de Diego Enri que ascendió a Tercera División tras seis temporadas el jugador no ha contado con apenas la confianza de sus entrenadores ni Miki Arjona, ni Andrés Llistó ni Isidro la temporada pasada le dieron apenas oportunidades... Solo las bajas en momentos puntuales le dieron minutos, pero a pesar de contar con ofertas prefirió seguir entrenándose con el equipo de su pueblo que irse a jugar a cualquier otro lugar.

Y este fin de semana obtuvo su recompensa en forma de gol. Isidro lo hizo debutar esta temporada, titular y con el brazalete, y con cero a uno en el marcador presumió de galones y lanzó la pena máxima para conseguir el empate. No será un gol que pase a la historia de un jugador que no deslumbra en su juego, pero a buen seguro todos los equipos desearían tener un jugador así en sus filas... Un jugador que lo daría todo por su escudo.

Foto: Lucia