Cuatro jornadas consecutivas sin ganar del Mallorca B en tercera división dejaron a Julián Robles muy tocado, de hecho algunas voces llegaron a comentar que la continuidad del técnico en el banquillo estaba en entredicho.
El Santa Catalina pagó esta semana los platos rotos de un filial con ganas de demostrar que son un conjunto creado para pelear por la fase de ascenso, con el hándicap que el margen de error esta temporada es ínfimo, y los de Magaluf junto a los de Sant Jordi estaban abriendo brecha.
El resultado fue de seis goles a cero para los de Son Bibiloni, donde volvieron a brillar futbolistas como Reyna, LLabrés o Gálvez con un doblete.
El filial acabará el año 2020 con un gusto amargo, ya que en el mes de julio vivió como se le escapaba el ascenso a Segunda División B en el último tramo del encuentro ante el Poblense y finalizará fuera de la fase de ascenso en este parón navideño.
Imagen: Patri Bennassar