Esta no es una historia cualquiera, es una historia de crecimiento personal y futbolístico. Es una historia de superación de obstáculos, es una historia donde un jugador debuta en Preferente y en dos años está disputando unos octavos de final de Copa del Rey en el Camp Nou.
Hace tres temporadas Dani Plomer acababa un año nefasto y sin apenas oportunidades en el División de Honor del Mallorca, se marchaba del club por la puerta atrás, dejando a un lado su sueño de ser futbolista profesional. Tras tener varias ofertas de equipos de Tercera División, el jugador decide dar carpetazo a todo y firma por el Independiente junto a su hermano Adri Plomer.
Enseguida empieza a destacar, con jugadas eléctricas y una gran velocidad. Pero las dimensiones del campo de S´Antoniana no acompañan para un jugador que necesita espacios, y la fuerte presión que se ejerce sobre el jugador al que se le señala como estrella tampoco le acaba favoreciendo. Aún así, llama la atención de un Santa Catalina en horas bajas que necesita firmar algún jugador. Y con tan solo 12 partidos, cierra su fichaje junto a su hermano por el conjunto de Son Flo. Pero las lesiones musculares durante esta primera temporada, no dejan explotar las grandes cualidades del jugador que acaba siendo un revulsivo para el conjunto rojillo, con el que tan solo suma cuatro titularidades.
Su velocidad y cambio de ritmo no pasan desapercibidos para Óscar Troya que decide darle la oportunidad de seguir creciendo en el Poblense. Y en su principio de temporada explota. El jugador, rodeado de grandes compañeros, se convierte en la sorpresa de la Liga siendo elegido como Golden Boy por nuestro medio de comunicación. Su rendimiento va de más a menos, y acaba volviendo a salir de revulsivo pese a su gran rendimiento. Destaca en el play-off de ascenso y tanto el club como el jugador creen que es el momento de dar un paso adelante.
En un verano muy duro, donde acaba habiendo problemas por la inmovilidad de su representante con el que acaba rompiendo las relaciones, suena como refuerzo para la UD Ibiza de Amadeo Salvo y para el Atlètic Balears de Mánix Mandiola. El conjunto ibicenco se acaba decantando por el joven jugador del Platges de Calvià Karim, mientras que Iñigo Arriola apuesta fuertemente por su fichaje, que acaba siendo descartado por Patrick Messow al considerar que los jugadores de la Tercera División Balear no tienen cabida en el proyecto blanquiazul.
Con la ayuda de su nuevo representante el jugador acaba firmando por el filial del Leganés, donde con cinco goles es uno de los jugadores más destacados del equipo y acaba haciendose con un hueco en el once a base de trabajo y ganas. Pero su situación da un vuelco en el club tras la llegada de Javier Aguirre y Toni Amor al banquillo pepinero. El míster empieza a mirar al filial para potenciar al equipo, y le da la oportunidad al jugador de debutar en la Copa del Rey ante el Andorra. El equipo se clasifica en los penaltis cogiendo el extremo la responsabilidad de ser uno de los lanzadores.
Y hoy cuando se cumplía el minuto 71 de partido el técnico mexicano le daba la oportunidad de su vida... Debutar en el Camp Nou. Un día grande para un jugador que seguirá creciendo día a día, porque tiene cualidades para hacerlo y porque está centrado en su sueño.
Atrás quedan los desplantes de los equipos de casa por un jugador con unas condiciones excelentes para jugar en la Liga BBVA, y si no al tiempo.