Poco más de cuatro grados, granizo y viento gélido como es habitual en Valldemossa y con tan sólo ocho puntos tan sólo en la tabla clasificatoria tras haber disputado veintiocho partidos de liga.
Con este panorama muy pocos equipos hubiesen entrenado en la noche de ayer, pero los futbolistas que entrena Jordi Avelar llegaron puntuales a su cita de los martes para realiza la primera sesión preparatoria del dificilísimo partido que les espera el próximo fin de semana, el colíder Son Sardina.
Los de Valldemossa demostraron que el fútbol no es únicamente un juego, va más allá de superar adversidades y encontrar soluciones a los problemas que van surgiendo.
Imagen: Fútbol Balear