Cuestión de fe

En el fútbol no hay milagros. El fútbol premia el esfuerzo y el trabajo diario, pero mandan las dinámicas. Una dinámica buena de resultados te genera confianza y la confianza hace que te crezcas ante la adversidad. El Juventud Son Oliva es uno de esos equipos formados para ascender a Preferente y ya lleva varios años intentándolo, pero no lo consigue, se le resiste. Razón de más para creer que Primera Regional es una de las categorías más difíciles y menos reconfortantes para los equipos de las Illes Balears. ¿El motivo? Simple... La incertidumbre que se produce para conseguir un objetivo que muchas veces depende de equipos de categorías superiores, tanto para ascender como para descender.

Perfectamente pueden subir dos como subir cuatro, y lo mismo con el descenso... Algo que es arduo complicado de prever. Así que el objetivo de la gran mayoría de equipos es quedar lo más arriba posible para tener opciones de ascenso, aunque este se produzca a mediados de julio y sin casi tiempo para formar una plantilla para competir, como le ocurrió la temporada pasada al Llosetense B.

En esas está el Juventud Son Oliva de Jaume Colombás, los últimos resultados (4 victorias y 2 empates en los últimos 6 partidos) y los grandes fichajes de última hora han supuesto un plus de motivación para un equipo que mañana podría tener su último tren para conseguir el ascenso. Delante un Pla de Na Tesa que con la última derrota ha perdido el liderato y que es dueño de la tercera plaza, y ahora mismo se encuentra a ocho puntos de distancia. Ganar significaría recortar distancias con un rival directo, a un rival que tiene ganas de revancha tras la goleada sufrida en el partido de ida, y que no puede perder puntos y menos en casa en una categoría donde los errores se pagan muy caros.

Partidazo sin duda en Ca´n Gaspar donde la victoria y el ascenso es cuestión de fe.