En el mes de diciembre una nube negra planeaba sobre Alaró debido a los problemas del equipo para puntuar, y el partido frente al Atlético Rafal se presentaba como una auténtica final para los blancos ya que si no conseguían ganar su posición en la tabla quedaría muy comprometida.
Ese triunfo dio oxígeno a los de BpV, aunque muy pocos esperaban que fuera el punto de inicio de una dinámica de doce partidos sin conocer la derrota, la cual ha llevado a los alaroners a situarse en zona de playoff y a ser uno de los candidatos a pelear por la fase de ascenso.
Ocho triunfos y cuatro empates que han hecho sumar un total de veintiocho puntos al actual sexto clasificado, que en la jornada de ayer volvió a vivir ante el Port de Sóller el amargo sabor de la derrota.
El Cala Millor será el siguiente rival de los de Pizà, un duelo que enfrentará a dos candidatos a participar en el playoff. Los de Ses Eres intentarán imponer su buen hacer como local frente a los de Alaró, los cuales esperan poder salir de Son Servera con una diferencia mayor de puntos que la actual, un punto.