A finales del mes de junio un clásico en el fútbol balear es la rumorología sobre que conjuntos continuarán compitiendo la siguiente temporada, y más en categorías regionales debido a la complejidad existente para llevar confeccionar y poder afrontar un presupuesto con garantías para la nueva temporada.
Uno de esos clubes era el Santa Mónica de Primera Regional, el cual parecía estar condenado a la desaparición, circunstancia la cual el club rápidamente salió a desmentir y expresó su deseo de continuar compitiendo.
Finalmente el club colegial competirá en Segunda Regional, una categoría inferior a la que los amarillos y negros por derecho deportivo merecían. Este hecho se debe a la renuncia por consenso entre jugadores y club, los cuales a su parecer reúnen mejores condiciones para disputar dicha liga.
Este hecho ha provocado que el Constancia B promocione de categoría y quede encuadrado en el Grupo A de Primera Regional.
Imagen: Marga Fernández