El Son Sardina de Vicenç Caimari echó a andar en el año más ilusionante, tras su ascenso a Preferente como campeón de Liga toca disfrutar del premio y trabajar para que no se convierta en una pesadilla.
Las estadísticas de los últimos años sitúan al Son Sardina en una situación de privilegio, la propia inercia ganadora, más el trabajo bien hecho durante la temporada pasada manteniendo gran parte del bloque provoca que la gran mayoría de equipos no pasen dificultades para mantener la categoría, incluso suelen dar la sorpresa si así puede llamarse.
En cuánto a la plantilla se han cubierto las seis o siete bajas con un tanto igual de fichajes, que aportarán juventud y competitividad a un grupo con muchas ganas que el míster asegura que ``tenemos talento e ilusión, si conseguimos trabajar de forma humilde seguro que daremos guerra´´